Chucho Reyes

Guadalajara, Jalisco, 1880 - Ciudad de México, 1977

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BIOGRAFÍA - JESUS REYES FERREIRA mejor conocido como "CHUCHO REYES" (Guadalajara, Jalisco, 1880 - Ciudad de México, 1977)


Ha sido considerado durante décadas como una de las personalidades artísticas más originales de la plástica mexicana del siglo XX. Anticuario, decorador, escenógrafo, personaje de irresistible fascinación, la influencia y el magisterio de Chucho Reyes fueron reconocidos por figuras de la talla de Luis Barragán, Mathias Goeritz, Juan Soriano, Paul Westheim, Octavio Paz y muchos otros, así como Picasso y Chagall admiraron la fuerza inventiva y el colorido de su pintura. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

Manifestación pristina y contemporánea de un arte plástico auténticamente nacional -No se puede hablar de arte en México sin referirse a Chucho Reyes, escribió el poeta Carlos Pellicer-, su pintura se nutrió en gran medida del arte popular: materiales, motivos, temas y colorido están tomados -y por él luego transformados- de las fiestas y celebraciones tradicionales del pueblo mexicano.

Es evidente que no intentó expresar ese carácter nacionalista a través de una concepción preestablecida o del folklorismo rampante en el que cayeron muchos pintores en su búsqueda por la "verdadera naturaleza del mexicano", después del triunfo de la Revolución de 1910, cuando volvimos los ojos a las fuentes primigenias en busca de nuestra identidad.

Esta fue una acción recíproca, es decir, Reyes no sólo bebió en fuentes populares, también las enriqueció con su vasta aportación, como certeramente señala uno de sus más célebres discípulos, Juan Soriano: Lo popular lo inventa a él y él inventa lo popular. Es al mismo tiempo fuente y mar. 

Al respecto, David Alfaro Siqueiros nos legó esta contundente opinión:

¿Un pintor folklorista? ¡De ninguna manera! Eso sería una aberración: Jesús Reyes Ferreira es un auténtico y gran creador de raíz popular. Mas creador que no inventa un estilo popular o retrospectivista como todos los formalistas de hoy... sino que el estilo popular le sale de adentro, del cuerpo, de la emoción y no del intelecto o la cabeza. Así, es mexicano en forma integral y un ejemplo de estética para nosotros. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

El Chagall Mexicano. En 1942, cuando Marc Chagall vino a México para realizar la escenografía del ballet Aleko, Jesús Reyes Ferreira tuvo la oportunidad de conocer personalmente al maestro ruso. Horas antes del inicio de la función se presentó ante él y le regaló un conjunto de "papeles". Un tanto sorprendido, Chagall los desenvolvió, colocándolos sobre las “tablas” del escenario. Fascinado ante este gesto y por la belleza de la obra que se le ofrecía como muestra de admiración, el pintor ruso lo abrazó dándole las gracias y le dijo: "Tú eres el Chagall mexicano". Luego, el pintor ruso gozó de la hospitalidad de Chucho Reyes: algunos días antes de partir a Europa vivió en la casa de la calle Milán del maestro Reyes. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

Visionario, su particular punto de vista estético es además ejemplo del modernismo mexicano, el cual expresó no sólo pictóricamente, sino también en sus creaciones escultóricas y en su concepción de la arquitectura, disciplina en la que su influencia es determinante en arquitectos renombrados, entre los que se encuentran Luis Barragán, Mathias Goeritz, Max Cetto, Juan Sordo Madaleno y Ricardo Legorreta. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

Desde el comienzo, el artista elige las materias primas de trabajo que reflejan la modesta actitud con que se dispone a pintar. En vez de lienzo y óleo -que tiempo después utilizaría- usa papel de china o de estraza, preparado por él mismo, así como cartón barato. No es de extrañar que sus primeras obras rememoren las festividades mexicanas, ya que son precisamente éstos los materiales de los que se sirve el pueblo para adornar las calles, las iglesias y los jardines en sus celebraciones. El color es un elemento definitivo de su pintura, ya que en ella se refleja el azul cobalto de las ermitas indígenas, las restallantes tonalidades de las flores de papel que adornan los altares, el contraste de las combinaciones de los trajes de danzantes y el diseño de los motivos de la decoración del barro y la cerámica popular. Reyes empleó la técnica del temple, que preparaba combinando anilinas con agua hirviendo y cola vegetal. Como ya veremos, muchos de sus papeles de china lograron posteriormente el efecto de "craquelado" o "antique", que el pintor obtuvo agregando blanco de España a la mezcla. Asimismo, en la madurez, incorpora el polvo de oro y plata, lo cual se convierte en signo característico de sus pinturas. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

Con marcado carácter expresionista, el pintor se sirve de enérgicas pinceladas de fuerte colorido con líneas que cierran, abren o mueven el espacio a su antojo. La plasticidad del papel de china y su frágil consistencia son utilizados en la creación de fondos, texturas y colores. En ocasiones el artista une dos o más papeles con el fin de alcanzar matices más idóneos para sus temas. Incluso buena parte de sus pruebas y experimentaciones están encaminadas hacia la obtención de nuevos efectos, de modo que Chucho Reyes intenta sacar el máximo rendimiento de sus materiales. En muchos de sus cuadros existen varios planos, no de perspectiva sino de color, entre los cuales el tono original del papel de china -ya sea alterado por colores sobrepuestos o mantenido intencionalmente puro en alguna parte del espacio pictórico- siempre tiene una importancia capital. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

La pintura de Jesús Reyes Ferreira está construida sobre la base de tres grandes temas: las naturalezas muertas, el bestiario y las figuras apocalípticas. Estas tres manifestaciones se entrelazan y se mezclan unas con las otras para formar la unidad que caracteriza su obra.

Las figuras zoomorfas que ejercen mayor atractivo sobre su imaginación son los gallos y los caballos, pero también están presentes leones, tigres y toros. Todos ellos animales propios del espectáculo: de palenque y circo, de plaza y feria. El pintor comparte con el pueblo y los niños su amor y fascinación por estas bestias. 

No obstante la inevitable fascinación que provocan tanto las naturalezas muertas como su bestiario, la pintura de Reyes Ferreira alcanza su máxima expresión y profundidad cuando plasma al ser humano. En este caso nos volvemos a encontrar un tipo excéntrico de criaturas. No estamos ante el hombre que refleja sus inquietudes vitales, sino frente a parias y desclasados; seres marginados, llenos por igual de alegría y miseria: payasos, cirqueros, monjes y prostitutas. Por otro lado, existen otros temas que lo inquietan y lo cautivan: niños, Cristos, ángeles y calaveras, todos ellos cargados de un contenido mítico, en la medida que representan un mundo simbólico de figuras casi extraterrenales, metafísicas y de carácter religioso. Se trata de una cosmogonía íntima y personal, cuyo halo fantástico se distancia de la mitología clásica. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

El Enamorado Mausoleo. Si, Jesús Reyes ve el mundo como si se tratara de un espectáculo. En varios de sus cuadros, como decíamos, aparece la leyenda “va a empezar la función”. Por ello, siempre representa a sus seres -bestias, humanos o suprahumanos- bajo un telón o bien ubicados en espacios escenográficos: en un circo o en una alcoba, en un recinto religioso o en un ámbito fantástico. (Fuente: "Chucho Reyes", texto por Lily Kassner, editorial RM, México 2002)

 

PRINCIPALES EXPOSICIONES INDIVIDUALES

 

1962 Homenaje Nacional, Magna Exposición Retrospectiva con motivo de sus 82 años, Museo del Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México

1968 Casa de la Cultura Jalisciense, Guadalajara, Jalisco

1972 Chucho Reyes, organizada por Mercedes y Jordi Gironella, en la galería que llevó su nombre, ubicada en una casona de la Plaza de San Jacinto, en San Angel, Ciudad de México

1973 Ex-convento del Carmen, Guadalajara, Jalisco

1975 Chucho Reyes, Galería Pecanins, Ciudad de México

1984 Homenaje a Chucho Reyes, Museo Rufino Tamayo, Ciudad de México

2002 La mirada estética de Jesús Reyes Ferreira, Museo de Arte Moderno, Ciudad de México

2012 Chucho Reyes, Bolsa Mexicana de Valores, Ciudad de México

2014 Chucho Reyes, The Show Will Start, Inverarte Art Gallery, San Antonio, Texas

2018 Chucho Reyes, La fiesta del color, Museo Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México